30 mayo 2013

El cordobazo

La historia que generalmente conocemos es la historia que las clases dominantes nos quieren transmitir. Hay hechos que cambiaron para siempre la historia del país, que son ignorados por los medios oficiales de enseñanza y los medios masivos de comunicación.





Contexto
Desde mediados de la década del 60, el capitalismo en crisis buscaba generar las condiciones que le permitiese iniciar un nuevo ciclo de expansión. Para ello era necesario terminar con las trabas para su desarrollo. Es decir, someter y disciplinar a los trabajadores. Para esto, el gobierno “democrático” de Illia había perdido toda capacidad, por lo que la única alternativa viable para las clases dominantes era el golpe militar.
A partir del 28 de mayo de 1966, con la dictadura de Onganía, se inicia un proceso de sometimiento y represión al pueblo.
Entre las medidas tomadas estuvieron el congelamiento de salarios, la suspensión de las negociaciones colectivas, la reducción de personal en la administración pública, el aumento de los impuestos y la entrega de las empresas nacionales a los capitales extranjeros. La represión a los/as trabajadores/as se imponía en función de la llamada “Doctrina de la Seguridad Nacional”, promovida por los EEUU.

La organización de los/as trabajadores/as
A la asunción de Onganía asistieron los impulsores históricos de los golpes de Estado. Estaban presentes representantes de las entidades patronales (Unión industrial, Sociedad Rural), pero también el secretario general de la CGT, Augusto Vandor, y otros dirigentes sindicales que integraron lo que se conoció como el “sindicalismo de participación”, traidores de los intereses obreros.
Mientras se desarrollaba el plan económico que golpeaba a los salarios de los trabajadores y la CGT se dividía entre los que apoyaban abiertamente a la dictadura y los que se planteaban “presionar para negociar”, la resistencia autónoma de los trabajadores crecía desde abajo. En un largo proceso de luchas, los trabajadores combativos venían recuperando de la burocracia y del control patronal, Comisiones Internas y algunas Seccionales Sindicales. Fruto de este proceso de organización y lucha fueron el 1º Rosariazo, las huelgas contra el cierre de los Ingenios Azucareros en Tucumán y el mismo Cordobazo.

Los hechos
El proceso de lucha anti-dictatorial y por reivindicaciones se agudiza en todo el país, sobre todo en Córdoba. Los trabajadores, especialmente los de la industria automotriz, venían protagonizando luchas contra las “quitas zonales” en las asignaciones y beneficios, que reducían los salarios establecidos por los convenios colectivos. El gremio de los choferes pedía el reconocimiento de la antigüedad y estabilidad para los trabajadores por parte de la nueva firma adjudicataria del servicio.
A principios de mayo el gobierno impulsa la ley 18204, conocida como “Ley del Sábado Ingles”, que reducía los ingresos de los trabajadores hasta en un 9,1%.
Para el 29 de mayo se convoca a un paro, principalmente impulsado por los gremios de Luz y Fuerza, liderado por Agustín Tosco, y el Smata, con la particularidad que seria por 37 horas. La idea era organizarse por la mañana en los lugares de trabajo. A las 11 de las mañana, desde las empresas, parten las columnas de trabajadores hacia el centro. A medida que la manifestación se desarrolla, la policía la ataca. Los comercios cierran y los estudiantes organizados van sumándose a la lucha. Estos, en unidad con los trabajadores, resistirán incluso hasta el día 31 en el barrio Clínicas.
La noticia del asesinato del estudiante y obrero de Smata Máximo Mena se difunde entre las masas. El verdadero rostro de los capitalistas queda al descubierto una vez más; utilizan la represión y el asesinato cuando sienten sus intereses amenazados. La policía y el ejército son los destacamentos que siempre están dispuestos a defenderlos. Pero esta vez para los trabajadores, en conciencia de sus propios intereses, esta realidad no pasa desapercibida. La reacción es inmediata y en cadena. Los manifestantes se adueñan de la ciudad y la policía retrocede. Los enemigos del pueblo están claramente identificados: se toma el Círculo de Sub Oficiales del Ejército, se incendian la firma estadounidense Xerox, la Citroen, Rentas, la Aduana, etc.
Por la noche el ejército hace su aparición. Se establecen los Consejos de Guerra, que detienen y condenan a los dirigentes de la rebelión con penas de hasta 10 años. Se allanan y destruyen locales partidarios y sindicales; sin embargo la lucha continuaría muchas horas más…

Lecciones para los trabajadores
El Cordobazo dio inicio a un proceso de levantamientos, huelgas y luchas contra las patronales en las empresas, que significaron el fin de la dictadura. Demostró el poderío de la acción independiente de los trabajadores, que lideraron a toda la masa de la población que luchaba por las libertades democráticas. Esto fue consecuencia del avance en las propias formas organizativas realmente democráticas, en la aparición de cuerpos de delegados, comisiones internas formados por trabajadores dispuestos a luchar realmente por sus intereses, marcando una ruptura con la burocracia sindical.

La Brecha Sindical Tucumán

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