El movimiento de trabajadores autoconvocados de la salud nació en
el año 2009, cuando un grupo de trabajadores y trabajadoras, en primer lugar
del sur de la provincia, comenzó a juntarse por fuera de los espacios de
representación gremial instituidos, para discutir sobre nuestras condiciones de
trabajo, y luego organizarse para conquistar algunos derechos.
Que el Movimiento haya nacido por fuera de los gremios existentes,
es consecuencia de la total ausencia de estos a la hora de defender los
intereses de los trabajadores.
Las discusiones con los trabajadores en los lugares de trabajo,
las asambleas, las elecciones democráticas eran nulas. La representación
gremial resultaba así una entidad más bien abstracta, solo un par de nombres de
dirigentes que aparecían en los medios oportunamente para anunciar algún logro
miserable. La defensa del trabajador en Caps y Hospitales era ficticia, estando
expuestos a los atropellos en el preciso lugar en donde se manifiesta de manera
más cruda la prepotencia estatal. De esta manera, se fueron perdiendo pequeñas
conquistas que hacen a una mejor condición de trabajo, las que se fueron
convirtiendo en mas precarias.
Por otro lado, no existían las reuniones de discusión paritaria
con el gobierno para la negociación salarial ni de condiciones de trabajo. El
gobierno decretaba cual era el aumento de sueldo que se iba a disponer
anualmente y los gremios acataban. AME; SUMAR; ATE Salud, ATSA, resultaban en
mayor o menor medida apéndices de las decisiones de Alperovich. De esta obsecuencia
para con el gobierno, resultaba que el trabajador de la salud cobrase un
salario cercano a la línea de la pobreza. Para tratar de paliar esta situación,
debía buscar la múltiple ocupación –y todavía lo hace-, trabajando además en la
mayoría de los casos en el sector privado, o realizando changas ocupándose en
otros rubros. De esta manera, en muchos casos, se realizan guardias de 24hs en
el sector privado, para continuar con igual modalidad en el publico, pasando
días enteros sin dormir, sometidos al estrés que implica trabajar en el un
ambiente en donde se convive con la enfermedad y la muerte.
Sobre el salario, se debe decir además, que tan bajo monto se
explica también por que gran parte de la masa salarial que recibía el
trabajador de la salud se encontraba en negro. Año tras año los gremios habían
agachado la cabeza ante esta situación, aceptando sucesivos decretos del
ejecutivo estipulando pequeños aumentos, pequeños parches que eran difundidos
como grandes conquistas, tirando a la basura al futuro de los jubilados del
sector. La boleta se fue llenando de decretos, hasta un total de ocho al
momento de iniciarse el Movimiento.
De todo esto se desprende algunos de los principales puntos
alrededor de los cuales se empezaron a organizar los/as Trabajadores/as Autoconvocados/as:
construir una verdadera representación para los trabajadores que luche
seriamente por sus derechos, conseguir aumentos salariales que saque al
trabajador de la situación de pobreza en la que se encontraba, que estos
aumentos sean en blanco, y conseguir el 82% móvil para los jubilados.
Otro de los puntos en base al cual se organizo el Movimiento fue
el de luchar contra la precarización generalizada existente en el Sistema Provincial
de Salud. Pésimas condiciones de trabajo, falta de insumos y materiales,
carencias edilicias, presiones laborales sumaron al coctel de descontentos que
agito la organización. Además existían muchas formas precarias de contratación,
resultando en menos derechos laborales, menor salario y peores condiciones que
con las que contaban los trabajadores de
planta. Plan Nacer, Árbol 1y2, Jefes y Jefas, Animadores Comunitarios,
Monotributistas, Tercerizados, reemplazantes
permanentes, prestaciones de servicio, son los múltiples nombres que adquirió
la precarización- y que algunas todavía faltan por eliminar-. Todo esto, de
manera trágica, fue conocido por la comunidad cuando las enfermeras del Hospital de Niños murieron durante plena
epidemia de gripe A durante el primer año de existencia del Movimiento. Sus
familiares no tuvieron dinero para realizar el sepelio, por que habían quedados
desprotegidos por el estado al estar contratadas de manera precaria, ya que
eran monotributistas.
Después de de seis años de lucha y organización, debemos decir que
se avanzó en muchas conquistas, especialmente en lo referido a la cuestión
salarial y al pase a planta y desprecarización de muchos compañeros. Si esto
fue posible, fue porque los trabajadores nos organizamos de manera democrática,
en asambleas en cada Hospital y Caps de la provincia, debatiendo con los
compañeros, eligiendo delegados/as a quienes nos representaban y estaban
dispuestos a luchar y dar la cara en nuestros mismos lugares de trabajo. Fue también
porque el Movimiento supo no quedar aislado, y aceptar de manera solidaria el
apoyo que le brindaron organizaciones sociales y partidos del campo popular,
otros gremios, y porque supo tender puentes hacia la sociedad, explicando
paciente y claramente sobre la justeza de los reclamos. La embestida del
gobiernos fue muy dura para evitar que los trabajadores a través de nuestra
propia organización cortásemos los hilos que nos aprisionaban, los que ellos habían
tejido junto a la burocracia sindical. Sanciones, descuentos salariales,
sumarios, despidos, persecuciones, patotas, intervención de las fuerzas
represivas en los hospitales, fueron
solo una parte del abanico de opciones con que el gobierno busco
desactivar la creciente organización. Pero si de alguna manera fue posible
avanzar en la lucha, y convertir el Movimiento en algo masivo, fue por lo antes
dicho, pero por sobre todo porque los/as trabajadores/as tomamos en nuestras
manos la firme decisión de no aceptar más el ninguneo y la opresión, el bajo
salario y la precariedad, poniéndonos de pie, con la firme convicción de ser
protagonistas del proceso de cambio. Cerramos Hospitales, marchamos por cientos
de cuadras, ocupamos con la carpa la Plaza Independencia ,
cortamos las calles y rutas, cortamos la
Av. 9de Julio en la Capital Federal , única forma de
arrancarle a un gobierno que no representa los intereses del pueblo, mejores
condiciones para nosotros y nuestras familias.
Hoy mas que nunca, cuando el paso del tiempo parece acallar
aquellos gritos que repercutían en las calles y hospitales al son de “la salud esta de pie”, cuando la democracia
sindical se va diluyendo bajo la delegación y representación de unos cuantos, cuando la combatividad va
quedando diluida en la negociación, condenando al trabajador a ser mero
espectador de la decisión de unos pocos, cuando las grandes conquistas se van
convirtiendo en migajas y faltan muchas cosas por las que luchar, es más
necesario que nunca recuperar de manera urgente la experiencia de organización
y lucha de los primeros años del Movimiento de Trabajadores Autoconvocados de la Salud.
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