04 junio 2014

Para luchar contra el ajuste del gobierno pongamos de nuevo la salud de pie



El movimiento de trabajadores autoconvocados de la salud nació en el año 2009, cuando un grupo de trabajadores y trabajadoras, en primer lugar del sur de la provincia, comenzó a juntarse por fuera de los espacios de representación gremial instituidos, para discutir sobre nuestras condiciones de trabajo, y luego organizarse para conquistar algunos derechos.

Que el Movimiento haya nacido por fuera de los gremios existentes, es consecuencia de la total ausencia de estos a la hora de defender los intereses de los trabajadores.

Las discusiones con los trabajadores en los lugares de trabajo, las asambleas, las elecciones democráticas eran nulas. La representación gremial resultaba así una entidad más bien abstracta, solo un par de nombres de dirigentes que aparecían en los medios oportunamente para anunciar algún logro miserable. La defensa del trabajador en Caps y Hospitales era ficticia, estando expuestos a los atropellos en el preciso lugar en donde se manifiesta de manera más cruda la prepotencia estatal. De esta manera, se fueron perdiendo pequeñas conquistas que hacen a una mejor condición de trabajo, las que se fueron convirtiendo en mas precarias.

Por otro lado, no existían las reuniones de discusión paritaria con el gobierno para la negociación salarial ni de condiciones de trabajo. El gobierno decretaba cual era el aumento de sueldo que se iba a disponer anualmente y los gremios acataban. AME; SUMAR; ATE Salud, ATSA, resultaban en mayor o menor medida apéndices de las decisiones de Alperovich. De esta obsecuencia para con el gobierno, resultaba que el trabajador de la salud cobrase un salario cercano a la línea de la pobreza. Para tratar de paliar esta situación, debía buscar la múltiple ocupación –y todavía lo hace-, trabajando además en la mayoría de los casos en el sector privado, o realizando changas ocupándose en otros rubros. De esta manera, en muchos casos, se realizan guardias de 24hs en el sector privado, para continuar con igual modalidad en el publico, pasando días enteros sin dormir, sometidos al estrés que implica trabajar en el un ambiente en donde se convive con la enfermedad y la muerte.

Sobre el salario, se debe decir además, que tan bajo monto se explica también por que gran parte de la masa salarial que recibía el trabajador de la salud se encontraba en negro. Año tras año los gremios habían agachado la cabeza ante esta situación, aceptando sucesivos decretos del ejecutivo estipulando pequeños aumentos, pequeños parches que eran difundidos como grandes conquistas, tirando a la basura al futuro de los jubilados del sector. La boleta se fue llenando de decretos, hasta un total de ocho al momento de iniciarse el Movimiento.

De todo esto se desprende algunos de los principales puntos alrededor de los cuales se empezaron a organizar los/as Trabajadores/as Autoconvocados/as: construir una verdadera representación para los trabajadores que luche seriamente por sus derechos, conseguir aumentos salariales que saque al trabajador de la situación de pobreza en la que se encontraba, que estos aumentos sean en blanco, y conseguir el 82% móvil para los jubilados.

Otro de los puntos en base al cual se organizo el Movimiento fue el de luchar contra la precarización generalizada existente en el Sistema Provincial de Salud. Pésimas condiciones de trabajo, falta de insumos y materiales, carencias edilicias, presiones laborales sumaron al coctel de descontentos que agito la organización. Además existían muchas formas precarias de contratación, resultando en menos derechos laborales, menor salario y peores condiciones que con las que contaban  los trabajadores de planta. Plan Nacer, Árbol 1y2, Jefes y Jefas, Animadores Comunitarios, Monotributistas,  Tercerizados, reemplazantes permanentes, prestaciones de servicio, son los múltiples nombres que adquirió la precarización- y que algunas todavía faltan por eliminar-. Todo esto, de manera trágica, fue conocido por la comunidad cuando las enfermeras del  Hospital de Niños murieron durante plena epidemia de gripe A durante el primer año de existencia del Movimiento. Sus familiares no tuvieron dinero para realizar el sepelio, por que habían quedados desprotegidos por el estado al estar contratadas de manera precaria, ya que eran monotributistas.

Después de de seis años de lucha y organización, debemos decir que se avanzó en muchas conquistas, especialmente en lo referido a la cuestión salarial y al pase a planta y desprecarización de muchos compañeros. Si esto fue posible, fue porque los trabajadores nos organizamos de manera democrática, en asambleas en cada Hospital y Caps de la provincia, debatiendo con los compañeros, eligiendo delegados/as a quienes nos representaban y estaban dispuestos a luchar y dar la cara en nuestros mismos lugares de trabajo. Fue también porque el Movimiento supo no quedar aislado, y aceptar de manera solidaria el apoyo que le brindaron organizaciones sociales y partidos del campo popular, otros gremios, y porque supo tender puentes hacia la sociedad, explicando paciente y claramente sobre la justeza de los reclamos. La embestida del gobiernos fue muy dura para evitar que los trabajadores a través de nuestra propia organización cortásemos los hilos que nos aprisionaban, los que ellos habían tejido junto a la burocracia sindical. Sanciones, descuentos salariales, sumarios, despidos, persecuciones, patotas, intervención de las fuerzas represivas en los hospitales, fueron
solo una parte del abanico de opciones con que el gobierno busco desactivar la creciente organización. Pero si de alguna manera fue posible avanzar en la lucha, y convertir el Movimiento en algo masivo, fue por lo antes dicho, pero por sobre todo porque los/as trabajadores/as tomamos en nuestras manos la firme decisión de no aceptar más el ninguneo y la opresión, el bajo salario y la precariedad, poniéndonos de pie, con la firme convicción de ser protagonistas del proceso de cambio. Cerramos Hospitales, marchamos por cientos de cuadras, ocupamos con la carpa la Plaza Independencia, cortamos las calles y rutas, cortamos la Av. 9de Julio en la Capital Federal, única forma de arrancarle a un gobierno que no representa los intereses del pueblo, mejores condiciones para nosotros y nuestras familias.
Hoy mas que nunca, cuando el paso del tiempo parece acallar aquellos gritos que repercutían en las calles y hospitales al son de  “la salud esta de pie”, cuando la democracia sindical se va diluyendo bajo la delegación y representación  de unos cuantos, cuando la combatividad va quedando diluida en la negociación, condenando al trabajador a ser mero espectador de la decisión de unos pocos, cuando las grandes conquistas se van convirtiendo en migajas y faltan muchas cosas por las que luchar, es más necesario que nunca recuperar de manera urgente la experiencia de organización y lucha de los primeros años del Movimiento de Trabajadores Autoconvocados de la Salud.


No hay comentarios:

Publicar un comentario